viernes, 27 de mayo de 2016

¿Qué es el aprendizaje colaborativo en el aula?


El aprendizaje colaborativo se basa en el planteamiento de actividades en las que los alumnos tienen que trabajar en equipo e interactuar para conseguir un objetivo común. 
Sus ventajas son muchas: convierte a los estudiantes en protagonistas de su propio aprendizaje, desarrolla sus competencias y habilidades, refuerza sus relaciones interpersonales y les permite adquirir un aprendizaje significativo
Para aplicar el aprendizaje colaborativo en las clases, es recomednable seguir los siguientes consejos:

  1. 1. Establecer las metas y objetivos de la actividad, de manera que los alumnos se sientan motivados y comprometidos a la hora de trabajar para conseguirlos.

  2. 2. Organizar a los alumnos por equipos y crear dentro de ellos pequeños grupos de trabajo, de cuatro a cinco personas, que se encargarán de cumplir distintas tareas o funciones. Procurar que haya diversidad en cada grupo de trabajo y que el número de alumnos y alumnas esté equilibrado. Cuantos más talentos, visiones, y sensibilidades diferentes haya en cada grupo, más enriquecedora será la experiencia.

  3. 3. Promover la comunicación y el respeto entre los alumnos. Deben estar abiertos a compartir sus ideas y conocimientos con los demás, con confianza y sin miedos. Siempre con la mente abierta a las ideas de los demás. De creerlo necesario, se puede establecer unas normas de diálogo, o incluso la frecuencia y el medio de comunicación para que aprendan a colaborar.

  4. 4. Ejercer como guía y conductor de la actividad al principio, y déjales asumir su responsabilidad paulatinamente, de modo que puedan desarrollar sus propias ideas o proyectos. Acordar bien qué procesos se pueden seguir para completar las tareas establecidas, que las planifiquen, definan la implicación de cada uno y se organicen.

  5. 5. Utilizar metodologías y actividades variadas. El aprendizaje colaborativo admite distintos métodos educativos, como el trabajo por proyectos, la flipped classroom o el aprendizaje basado en la resolución de problemas; y puede concretarse en actividades didácticas muy variadas, como proyectos, webquests, debates, experimentos de laboratorio, actividades enfocadas a la resolución de problemas, presentaciones en equipo etc.

  6. 6. Ofrecer el tiempo necesario para generar el debate y el contraste de ideas. Puede hacerse a partir de una lectura, un recurso, un video.

  7. 7. Estructurar el proceso en varias fases y programar varios hitos para revisar cómo están desarrollando el trabajo. Así se podrá comentar a los alumnos si van bien encaminados o no, y por qué.

  8. 8. Facilitar a los alumnos herramientas de autoevaluación y coevaluación. De este modo conocerán los criterios que se van a tener en cuenta a la hora de valorar el trabajo. 

  9. 9. Echar mano a las TIC. Las nuevas tecnologías multiplican las posibilidades del aprendizaje colaborativo y fomentan la comunicación, la interacción y el intercambio de ideas entre los miembros del grupo. Elegir entornos colaborativos seguros, o herramientas TIC como:
    - El correo electrónico o la mensajería instantánea.
    Google Drive, para compartir documentos.
    WordPress o Blogger, para crear blogs de aula.

  10. 10. Fomentar su creatividad y pedirles que utilicen distintas herramientas para presentar el trabajo.
    SlideShare o Prezi para hacer presentaciones interactivas.
    Glogster o Mural.ly, para crear murales digitales.

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